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Después de unas largas vacaciones, regresamos de malas a la escuela…es decir, ¿realmente quién quisiera ir a la escuela? Pero les tengo buenas noticias piagetanos, les traigo un libro para que no se pudran del aburrimiento en los nueve círculos del infierno (no es mi frase, es de una amiga y si preguntan, es nefasta); pero bueno a lo que íbamos criaturas de la creación.

 

La idea para este regreso:

 

TÍTULO: Dos velas para el diablo.
AUTOR/A: Laura Gallego García.
N* DE PÁG: 414


SINOPSIS:

Hoy día, ya nadie cree en los ángeles. Sin embargo, hay gente que si cree en los demonios. Pero los ángeles existen y han existido siempre. ¿Qué cómo lo sé?
Porque mi padre era uno de ellos.
El problema es que, cuando los ángeles te dan la espalda, ¿en quién puedes confiar?

 

Para empezar, permítanme aclarar que Laura Gallego es una de mis autoras favoritas; española de nacimiento, su redacción y vocabulario son un regalo al feroz paladar del buen lector y les aseguro encontrarán un exquisito rincón donde puedan refugiarse del terrible mundo que nos acoge.

 

 

La historia de Dos velas para el Diablo, habla de una joven de nuestra edad cuyo padre ha sido asesinado a sangre fría, pero que tenía algo que lo hacía extraordinario: su padre era un ángel.

 

Sin embargo los ángeles no son asesinados por humanos con pistolas, sino que sólo pueden morir bajo la cruel y oscura espada de un demonio, una lucha legendaria entre el bien y el mal, donde los humanos no cabemos en lo absoluto.

El problema aquí es una humana se ha visto envuelta, Cat la única hija de un ángel, quien el dolor y la sed de venganza la llevan al límite de la capacidad humana y la llenan de preguntas sin respuesta.

¿Cuándo se ha visto que los ángeles tengan hijos humanos? ¿Cómo podrá vengarse de si ella no puede luchar contra los demonios? ¿Qué hacen los demonios y los ángeles en este mundo donde ya nadie cree en ellos?

En la búsqueda de las respuestas, tú lector y Cat, habrán de envolverse en un mundo mítico y lleno de incógnitas, donde el odio y el amor se juntan en una línea delgada donde lo cabe todo.

Donde un demonio puede salvar al mundo aun cuando los ángeles ya no ven nada en él y donde un ángel puede salvar a un demonio cuando el mundo ya no ve nada en él.

Si pones una vela a Dios, asegúrate de ponerle dos al Diablo (refrán búlgaro…no dejes que te suba a la cabeza)  

 

Por: Dana

Libros

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